Reconocida como la academia al servicio de la vida; la Universidad de Pamplona nace en los sesenta como institución privada para luego en la siguiente década convertirse en universidad pública de orden departamental.
Durante estas dos décadas se dedicó a la formación de licenciados en los sectores educativos básicos como la matemática, química, literatura, entre otros. En las décadas 80s y 90s se incluyó la formación profesional en tecnologías, ingenierías, administración, ciencias económicas y demás. Llegando a atender nuevas demandas de formación académica en ciencia, arte, tecnologías y humanidades.
Pero ¿Es en realidad verídico el lema que tanto proclama? ¿Están calificados sus procesos para las necesidades de la región? De acuerdo a fuentes oficiales de la institución “su labor es desarrollada gracias a un equipo de profesionales altamente formados en las mejores universidades del país y del exterior, a nivel de especializaciones, maestrías y doctorados” afirma la página web oficial.
Los mismos estudiantes son los que discuten este tipo de información como fuente directa de los procesos educativos. “En nuestra universidad se ven muchas falencias, pero todo mejoraría si se tuviera profesionales idóneos, es muy triste ver a cualquier aparecido dictando una materia que antes me entusiasmaba” declaró Elizabeth Alba, estudiante de séptimo semestre de comunicación social.
Como ella, muchos otros estudiantes han presentado constantes inconformidades en el departamento de docentes afirmando que la suma de profesores mediocres supera abismalmente al personal respetado y de gran reputación.
El anterior tema salió a colación en repetidas ocasiones durante el cese de actividades académicas que tuvo lugar los últimos meses del año pasado. Dicho espacio suscitó no solo las más visibles inconformidades a nivel general y en cada uno de los departamentos; sino también vio gravemente afectada la imagen de la institución a nivel local y nacional.
“Miembros del escuadrón móvil antidisturbios de la policía, ingresaron a las instalaciones y desalojaron a los estudiantes que bloqueaban la entrada del campus… La protesta obedecía a una exigencia de los estudiantes para que las directivas de la universidad cumplieran con algunos acuerdos a los que llegaron tras una asamblea general estudiantil, cuyo acta fue firmada y aprobada el 3 de agosto de 2009” según fuente oficial de Redacción Cúcuta para el diario El Tiempo.
CHRISTIAN JEAN PAUL ARIAS LEÓN
COMUNICADOR SOCIAL EN FORMACIÓN
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Es así como las contradicciones y quejas no son extrañas dentro del ambiente universitario de sus sedes en Pamplona, Cúcuta y Villa del Rosario. No se necesita ser parte de la institución para notal el resentimiento y desgana de muchos de los estudiantes, incluso profesionales. Sumando mi opinión formada por la perspectiva de los medios de comunicación y relaciones interpersonales solo puedo concluir con que una empresa siempre mostrará una imagen idónea y majestuosa aunque todo marche mal, desmoronándose eventualmente, si su imagen y su verdadero ser no logran ser coherentes entre sí.